Escuela de Matrimonios Cristianos

En la Diócesis de Cartagena, en la provincia de Murcia (España), funciona desde hace mucho tiempo una Escuela de Jóvenes Cristianos, iniciativa de un grupo laicos muy comprometidos con su fe, que intentan inyectar en el alma de los jóvenes el amor de Dios. Se dedican desde hace años a dar Cursillos Prematrimoniales de fin de semana. Por ellos han pasados miles de parejas que han recuperado con gozo la fe que tenían bastante arrinconada. Como ejemplo ofrecemos algunos de os testimonios finales de los Cursillos:
“Sinceramente salgo encantado de la experiencia. Ha despertado en mí la curiosidad de querer formarme de verdad en la vida cristiana, ya que, y es lo que saco de conclusión, estoy muy lejos de ser un buen cristiano. Me falta mucho por aprender y hacer, y me encantaría seguir en contacto… Agradezco la experiencia, pero deseo aprender de ella y que suponga un antes y un después en mi vida” (Álvaro Guillamón Muñoz).
“Me ha supuesto un reencuentro con Jesús, ya que por x motivos había dejado un poco de lado la religión. Estoy enormemente satisfecha de haberme encontrado con mi Dios, ya que estoy en paz interior”.
“Ha sido un reencuentro con Dios y con experiencias que tenía olvidadas, y por supuesto, un enriquecimiento personal para intentar ser mejor persona conmigo mismo y con los demás” (Ana Belén Lozano Avilés).
“He descubierto el verdadero significado del sacramento del matrimonio, del cual desconocía su verdadera esencia, basada en el Plan de Dios, amor, fe y Gracia de Dios” (Ramón García Cárdenas).
“Me he planteado con mi pareja el vivir un matrimonio más cercano a Dios, asistir asiduamente a misa y rezar en pareja. Sinceramente no sé si lo conseguiremos, pero realmente así lo queremos… Gracias”.
“Ha supuesto un descanso, una parada en el ajetreo constante de la boda, y el darme cuenta, aunque sea un poquito, del verdadero significado de este sacramento. He estado en la Iglesia toda mi vida, he crecido en una familia con fe, y he visto, por mis padres, lo que significa estar casados dos personas y Cristo en ellos, y me ha venido bien para recordarlo. Gracias y que Dios os dé el 100 por 1”.
“Me ha supuesto recordar la grandeza de la fe en Dios y en su Hijo Jesucristo. Me ha hecho sentirme muy bien interiormente y traer a mi memoria momentos de juventud cuando practicaba los sacramentos con más frecuencia. Y también el amor de Jesucristo” (Félix).
“Lo primero que me ha servido es para darme cuenta de lo inculta que soy católicamente. Me ha hecho ver el poder de la Fe, que es capaz de mover montañas, como se dice cotidianamente. Me ha hecho replantearme nuevos caminos y nuevos propósitos. Espero que me ayude a ser menos egoísta, más humana y mejor persona” (Merche).
“Me ha servido para conocer más a Dios. Para conocer la Gracia de Dios. Para llegar más al sacramento del matrimonio y a los otros sacramentos. Para acercarnos más al amor de la pareja y al amor de Dios. Y para tener fe en Dios” (Sonia).
“Para mí ha sido un acercamiento a la Iglesia Católica, la cual tenía abandonada. En relación a mi pareja, ha supuesto hablar de temas que hacía tiempo que no hablábamos. Salgo más reforzada” (Davinia Zapata Ibáñez).
“Para mí ha supuesto un acercamiento a Dios, a mi pareja, y hacia mí misma. Me ha hecho darme cuenta que debo hacer más uso del Sacramento de la Penitencia para estar más en Gracia de Dios, y que debo apoyarme en mi pareja más espiritualmente. Doy las gracias a todos por esta labor tan bonita, predicando la palabra del Señor…”.
“Ha sido muy bueno, porque me he dado cuenta de que siempre hay algo que aprender. Ha sido muy orientativo, muy instructivo y positivo”.
“Ha sido otra vez acordarme de lo que es verdaderamente ser cristiano católico, aumentar mi fe y tener curiosidad por ver un poco más el camino del cristiano. También me ha servido para replantearme el significado del matrimonio y reafirmar mis ganas de casarme” (José Luis).
“Nos ha servido para estar totalmente convencidos de que queremos tener el sacramento del matrimonio y que en él, siempre estar en Gracia de Dios y que nos ayude día tras día. Gracias por este fin de semana”.
“Personalmente ha sido una ampliación de conocimientos generales sobre el cristianismo, así como los sacramentos, especialmente del matrimonio. También ha sido una llamada de atención para reflexionar seriamente sobre mi vida de fe… Por otro lado mi novia y yo hemos podido ver aspectos que se omitían en nuestra relación a una vida con Dios”.
“Ha sido muy enriquecedor a nivel personal, emocional y espiritual. Ha sido muy emocionante y sin duda un ejemplo a seguir de fe, bondad, sinceridad, honestidad y amor… Muchas gracias…” (Bienve).
“Me ha significado el poder conectar un poco más si cabe con mi pareja, conocerla un poco más, espiritualmente hablando. Me ha permitido replantearme ciertos aspectos de mi vida, como la fe o el plan de Dios. En general, salgo contento de este cursillo y me alegro de haber asistido”.
“Había muchas cosas que no sabía e ignoraba. Me ha impactado mucho y me ha hecho pensar mucho… Muchas cosas que no entendía me han quedado mucho más claras”.
“Ha sido un cursillo bastante beneficioso. Quizás al tener un poco abandonado lo relacionado con Dios, me he dado cuenta que tengo que trabajar más en este aspecto, tenerlo más presente en las buenas y en las malas, ya que con sinceridad, solamente me acuerdo de Él en las malas… Gracias por todo” (Jésica Mª Molina e Isidoro Espinosa).
“Ha supuesto para mí una gran gratitud, tanto personal como espiritual. He aprendido mucho y aconsejo a todo el mundo que lo haga, me ha encantado”.
“Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Se da uno cuenta y es consciente de la importancia del Sacramento del Matrimonio, el cual vamos a recibir. Es primordial saber lo que ello conlleva como cristianos que somos y las obligaciones que lleva consigo. Agradezco el tiempo dedicado  el gusto con que lo habéis hecho”.
“He aprendido cosas que no sabía y me han parecido bastante interesantes”.
“Para mí ha supuesto una nueva visión de la religión mucho más cercana. Pero sobre todo lo que más me ha gustado es que pienso que me ha culturizado un poco más sobre la religión y todo lo que la rodea”.
“Nos ha servido para hablar de algún tema  que gracias a Dios hemos podido hablarlo… Ahora estoy más seguro del paso tan importante que vamos a realizar” (José Ramón Puerta Hernández).
“Ha sido una amplia explicación sobre la relación católica. Yo personalmente voy a tomar más interés sobre la relación católica, porque soy católica de palabras para fuera, para el bienestar de nuestra familia e hijos. Gracias”.
“Ha supuesto un encuentro con Jesús. Y un paréntesis en el día a día para centrarnos en la relación con mi pareja”.
“Me ha aportado el profundizar y conocer más tanto mi religión como el sacramento del matrimonio. He tenido una visión muy enriquecedora respecto a la vida conyugal, y cómo gracias al amor, a la fe y a la gracia de Dios toda dificultad se puede superar… Muchísimas gracias”.
“Me ha supuesto conocer un poco más la Iglesia y lo importante que es la fe y las creencias espirituales”.
“Me ha parecido algo muy ameno, muy bien explicado. Se nota que todo lo que hacen le ponen mucho interés, mucha implicación y mucho sentimiento”.
“Me ha supuesto conocer aspectos y puntos muy familiares en los que Dios está presente y yo desconocía. Es una visión muy provechosa que reafirma la fe que tengo”.
“Llevo varios años siguiendo la palabra de Dios y creyendo que sabía lo que significaba un sacramento, pero me he dado cuenta de que desconocía muchas cosas que se trataron aquí y que quiero usar para tener un matrimonio feliz y duradero. Muchísimas gracias”.
“Es una ayuda para volver a recuperar lo que mis padres me enseñaron con respecto a la religión, y nos anima a practicarlo en el matrimonio”.
“Me he reencontrado con Dios y con la fe. Me ha gustado mucho el curso y las charlas. Espero seguir descubriendo a Jesucristo, ya que por desgracia lo tenía algo olvidado. Gracias por toda la documentación dada y por el tiempo gratuito que nos habéis dedicado. Ojalá mi matrimonio sea un reflejo del vuestro”.
“Me ha sorprendido gratamente el cursillo, ya que aunque me considero una persona cristiana y con fe, me he dado cuenta que debo seguir formándome para que el amor y la Gracia de Dios esté con nosotros y podamos educar a nuestros hijos en la fe cristiana… Gracias a todos” (Ana Burillo Alarcón).
“Para mí ha sido todo un ejemplo para recordar y llevar a la práctica todos los días de mi vida, y aplicable a todos los momento de la misma, ya sean buenos o malos. Os estoy eternamente agradecida por explicar e ilustrar tan bien el Sacramento del Matrimonio, así como los demás sacramentos. Gracias siempre por abrirnos vuestro corazón para que sirva de guía y ejemplo en nuestras vidas” (Ana Soriano).
Y así cada Cursillo. No se trata de “despachar” a las parejas en un fin de semana y darles el “pase” para poder casarse. Se trata de intentar que los jóvenes encuentren a Dios en sus vidas y respondan a su llamada.
Los cursillos sirven de muy poco, o de nada, si no hay una conversión y un descubrimiento de lo que supone recibir un Sacramento. De nada sirven las historias bonitas, y las recetas psicológicas y esotéricas para que descubran lo bonito que es el amor. Se trata que conozcan el Amor de Dios, y desde el Amor de Dios el amor humano. Si no se dan esas premisas evangélicas lo demás es puro teatro, que generalmente acaba mal. Yo animo a que se sigan impartiendo este tipo de Cursillos, y que la Jerarquía los bendiga.
Y con esta experiencia que yo he vivido mucho tiempo he pensado delante de Dios que sería muy bueno contar con una Escuela de Matrimonios Cristianos para remover el corazón y el alma de aquellos que un día se dieron un SI ante el Altar y que, posiblemente, en SI haya pedido fuerza. Contamos con buenos matrimonios que pueden dar doctrina y testimonio y, si Dios quiere, lanzaremos las redes para “pescar” hombres y mujeres que quieren seguir amándose en un Matrimonio al que fueron llamados por Dios y un día dijeron que SI. Ya veremos lo que puede dar de sí esta iniciativa.





Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CAPRICHO DE LA MADRE POR ENCIMA DEL DERECHO DEL HIJO