PARA REFLEXIONAR
EN EL NOMBRE DE DIOS De Dios se habla poco en la vida pública. Su nombre parece proscrito para muchos. Lo consideran un “tema” del pasado, como una superstición de mentes débiles. Ahora hay otras divinidades más modernas, más acorde con la cultura de los tiempos. Resulta que a estas alturas en que la humanidad parece tocar el cielo con las manos, muchos no saben nada de Dios, ignoran a Dios, culpan a Dios de todo, se ríen de Dios, blasfeman de Dios, y hasta lo convierten en un puro nombre sin fundamento. El conocido escritor Saramago escribía en un artículo que Dios era un puro nombre, y que del uso que se haga de ese nombre depende el bien y el mal en el mundo. Ni los judíos, ni los cristianos, ni los musulmanes estamos en la verdad, según él, porque estamos adorando a un Dios que no existe, que es puro nombre, y que cuando la creencia en él lleva a extremos límites surge el fundamentalismo, y con él todos los males, como el que estamos viviendo en estos momentos. Saramago es un ...