EL PAPA EN JORDANIA


EN SU ALOCUCIÓN A LOS JÓVENES DISCAPACITADOS EN JORDANIA
Benedicto XVI: «La fe y la razón nos ayudan a imaginar la vida como Dios la quiere»
El avión en el que viajaba el Santo Padre tomó tierra en el aeropuerto internacional de Amman, donde fue recibido calurosamente por el rey Abdala II y la reina Rania. La estancia de Benedicto XVI en Jordania, primera etapa de su viaje a Tierra Santa, se alargará hasta el domingo próximo.


(R.B./ReL) Con la llegada de Benedicto XVI a Amman, donde fue recibido de manera cordial y honores de Estado por los reyes Abdala II y Rania de Jordania, ha comenzado uno de los viajes más importantes del corto pontificado del inmediato sucesor de Juan Pablo II. Se trata de la primera visita del vicario de Cristo a Tierra Santa desde la visita de Juan Pablo II en el año 2000.

El paso por Jordania del Pontífice se alargará hasta el próximo domingo. En estos tres días, Benedicto XVI tendrá la oportunidad -entre otras citas- de entrevistarse con líderes musulmanes y orar en Betania, junto al lugar del río Jordán donde la tradición dice que fue bautizado Cristo.

Al terminar la recepción en el aeropuerto de Ammán, durante la que lució sobre sus hombros un pañuelo jordano que le fue ofrecido por un matrimonio, el Santo Padre se dirigió al centro de discapacitados Nuestra Señora de la Paz, en cuya capilla pudo realizar sus primeros momentos de oración. Los residentes en dicho centro, construido gracias al apoyo de la ONG española Fundación Promoción Social de la Cultura (FPSC), recibieron al Papa con vítores y al grito de «¡Benedicto, bienvenido!»

En su alocución en el centro de reinserción de jóvenes discapacitados físicos y psíquicos, el Santo Padre explicó que «cada uno de nosotros es un peregrino. Todos estamos orientados a avanzar decididamente por el camino de Dios. Naturalmente, después tendemos a volver a atrás la mirada, hacia el recorrido de la vida -en ocasiones con arrepentimientos y recriminaciones, con frecuencia con gratitud y aprecio-, pero de todos modos seguimos adelante, a veces con trepidación y ansia, siempre con expectativa y esperanza, sabiendo que hay otros que nos alientan en el camino».

Ante las dificultades y las pruebas a las que se han de enfrentar estos jóvenes, Benedicto XVI aseguró que «a veces es difícil encontrar una razón para aquello que se nos presenta sólo como un obstáculo que superar o como una prueba -física o emotiva- que soportar. Pero la fe y la razón nos ayudan a ver un horizonte más allá de nosotros para imaginar la vida como Dios la quiere. El amor incondicional de Dios, que da la vida a cada individuo, tiene un significado y un objetivo para cada vida humana». Y para despedirse, el vicario de Cristo exhortó a los presentes a «a rezar cada día por nuestro mundo». En especial, quiso encargar una «tarea especifica: rezad, por favor, por mí, cada día de mi peregrinación; por mi renovación espiritual en el Señor y por la conversión de los corazones a la manera de perdonar y de manifestar la solidaridad que es propia de Dios, de manera que mi experiencia, nuestra experiencia, por la unidad y la paz en el mundo traiga abundantes frutos». Pues antes todo, Benedicto XVI, se ha presentado a este viaje como un peregrino de la paz.

En su primer discurso al llegar a Amman, Benedicto XVI expresó su «profundo respeto por la comunidad musulmana», refiriéndose a Jordania como una tierra «tan rica en historia, patria de tan numerosas civilizaciones antiguas, y profundamente llena de significado religioso para judíos, cristianos y musulmanes».

Benedicto XVI destacó especialmente la labor llevada a cabo por el actual monarca, quien siguiendo el ejemplo de su padre, el rey Huseín, promueve la paz en esta región, dentro de «una mejor comprensión de las virtudes proclamadas por el Islam», informa Zenit.


Publicado el 8 Mayo 2009 - 4:48pm

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