Manuel Cruz - 11/12/2008
De manera inconexa y con escaso eco social, se celebró ayer en diversos puntos de España, el 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos que marcó un hito en la historia de las relaciones sociales en el mundo. Para la clase política, salvo muy raras excepciones, la jornada transcurrió como si tan señalado día no tuviera nada que ver con sus funciones, si bien destacó, en este contexto, la frase que el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, dejó escrita en el libro abierto en el Consejo de la Abogacía Española con esta efemérides: “Para ser libres hay que ser esclavos de la ley".
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